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Claves para líderes empresariales ante los desafíos económicos del 2024

San José, 30 de abril de 2024. A medida que nos acercamos al final del primer semestre de 2024, la economía costarricense ha enfrentado desafíos significativos. Anticipar los riesgos y aprovechar las oportunidades será crucial para superar estos retos y contribuir al crecimiento sostenido del país.

Durante la sesión ejecutiva de este mes de mayo, se analizaron las perspectivas económicas para el presente año. Rodrigo Cubero, economista asociado de CEFSA, explicó que las proyecciones internacionales indican un crecimiento mundial bajo para 2024 y 2025, influenciado principalmente por tensiones geopolíticas, altas tasas de interés, conflictos bélicos y la desaceleración en China.

Estos factores impactan directamente en las tasas de interés globales, incluyendo las de Costa Rica, que se verán afectadas por las decisiones monetarias de Estados Unidos.

Panorama costarricense

En el ámbito local, la producción real en Costa Rica mostró una desaceleración desde el segundo trimestre de 2023. Las Zonas Francas y el sector turismo han sido grandes impulsores del crecimiento, mientras que el régimen definitivo también ha mostrado signos de recuperación.

Otro punto destacado por el economista fue el mercado laboral costarricense, que ha experimentado una recuperación parcial, aunque se estima una pérdida de 37 mil empleos desde diciembre del año pasado.

El consumo, que se mantuvo fuerte en 2023, ha mostrado señales de moderación en el presente año. Las exportaciones, por su parte, se han desacelerado significativamente, manteniendo una dualidad en la que las Zonas Francas crecen más rápido que el régimen definitivo.

Para este año, se espera un crecimiento más moderado del Producto Interno Bruto (PIB) en Costa Rica. El Banco Central de Costa Rica (BCCR) aún tiene margen para reducir la Tasa de Política Monetaria, lo que podría continuar la tendencia a la baja de las tasas de interés de mercado.

Para Cubero, esta dinámica sugiere la necesidad de políticas que impulsen las exportaciones del régimen definitivo.

Otro de los temas abordados durante la sesión y que ha cobrado especial atención en las últimas semanas es lo referente al tipo de cambio. Después de alcanzar un pico el 23 de junio de 2022, cuando la venta rozó los ₡700, recientemente muestra valores no observados desde el 2014 y similares a los que tuvimos en 2006. El Banco Central de Costa Rica (BCCR) insiste en que el tipo de cambio lo define la oferta y la demanda; y la cantidad de divisas en el mercado hace que baje y se aprecie el colón.

Asimismo, como parte del conversatorio realizado con la participación de Ronulfo Jiménez, economista y Adriana Rodríguez, Gerente General de ACOBO, se enumeraron una serie de desafíos adicionales que enfrenta la economía costarricense relacionados con problemas locales como la seguridad, la necesidad de mejorar la calidad educativa y los perfiles profesionales, la apertura del sistema eléctrico y la informalidad.

Algunas proyecciones para lo que resta del año son:

  • Se estima crecimiento más moderado del PIB.
  • El Banco Central tiene aún espacio para seguir reduciendo la Tasa de Política Monetaria.
  • Las tasas de interés de mercado continuarán descendiendo gradualmente en 2024 y 2025.
  • El déficit fiscal mantendrá la tendencia subyacente hacia la baja.
  • La razón deuda/PIB mantendría una tendencia decreciente.
  • Tipo de cambio podría mostrar una depreciación moderada. Todavía podría experimentarse una mayor apreciación durante este año.
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